La mayoría de la gente sabe que los aceites lubricantes son necesarios para que un motor funcione sin problemas, pero no saben exactamente qué deben buscar al elegir uno. En este artículo, lo desglosamos para que sepas exactamente qué buscar al elegir un aceite..
Lo principal que debes entender de los lubricantes es que son líquidos que se aplican a la superficie de las partes móviles del motor para reducir la fricción y el calor.
Funcionan rellenando los huecos microscópicos entre las superficies metálicas a medida que se deslizan unas sobre otras. Además, contribuyen con el ahorro de combustible y alargan la vida de tu motor.
Básicamente, sin un aceite lubricante las piezas metálicas se desgastarían rápidamente debido a los altos niveles de fricción que experimentarían al moverse.
Los lubricantes están clasificados de acuerdo a su viscosidad. Ésta determina la resistencia del aceite, es decir la facilidad con la que se desliza por el motor a determinada temperatura para protegerlo.
La medición de la viscosidad está determinada por la SAE (Sociedad de Ingenieros Automotrices, por sus siglas en inglés), quienes se encargan de establecer el grado de viscosidad de un lubricante según su rendimiento bajo diversas temperaturas.
Con el frío, los aceites se hacen más espesos y es más difícil que fluya por el motor; con el calor, el lubricante se hace más líquido, recorriendo las piezas mecánicas sin problemas.
Entre más viscoso, más fricción se genera en la caja de combustión, por lo tanto, se produce más desgaste en el motor.
Pero, ¿qué pasa si el aceite se diluye excesivamente por el calor?
Ningún extremo es bueno. Así que, si adquieres un lubricante con poca resistencia a altas temperaturas, sobre todo en climas cálidos, estarías dejando a tu motor indefenso ante la fricción.
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Los aceites multigrados, que funcionan en climas fríos y cálidos, llevan marcados dos números separados por la letra W y un guion. El dígito que acompaña la W no significa “weight” (peso en inglés), sino “winter” (invierno) y, entre más bajo sea, más sencillo será el arranque de tu motor.
La viscosidad del aceite en caliente la señala el segundo número después del guion. Si el aceite es monogrado, es decir, que funciona con una sola temperatura, entonces solo indicará un número.
Ejemplo:
-Aceite lubricante multigrado: SAE 15w-50.
-Aceite lubricante monogrado: SAE 50..
Los aceites lubricantes también pueden clasificarse según su realización. En la actualidad existen tres tipos (minerales, sintéticos y semisintéticos), cada uno con componentes particulares que los hacen más o menos adecuados para algunos vehículos.
A continuación, te explicaremos las ventajas y desventajas de cada uno:
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El aceite mineral es el lubricante más básico del mercado automotor. Como proviene del petróleo crudo, es necesario que para su obtención atraviese los procesos de destilación y refinamiento.
Los lubricantes a base mineral entraron en funcionamiento en el siglo pasado, en pleno apogeo por la comercialización de automóviles. Por tanto, están diseñados para cubrir las necesidades de motores más antiguos.
Si quieres adquirir un aceite mineral no puedes pasar por alto las siguientes ventajas y desventajas:
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Los lubricantes sintéticos fueron desarrollados inicialmente para máquinas industriales y, cuando por fin se adaptaron para el sector automotor, trajeron consigo una serie de beneficios que los posicionaron como aceites más atractivos del mercado.
A diferencia de los lubricantes a base mineral, los aceites sintéticos están fabricados con componentes de petróleo modificados. Aquí te explicamos algunas ventajas que no puedes ignorar:
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Los aceites semisintéticos, también conocidos como mezcla sintética, son una especie de híbrido entre los aceites minerales y los sintéticos.
En cuanto a calidad, lo mismo que con el costo, se encuentran justo en la gama media del mercado: funcionan mejor que los aceites minerales, pero no tanto como los lubricantes sintéticos.
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Son sustancias químicas que se añaden al lubricante base (mineral o sintético) para potenciar sus capacidades de protección.
Cada aditivo tiene un beneficio específico, los más comunes son:
Debes tener mucho cuidado. Como ya habrás visto, existe una gran variedad de aceites lubricantes, cada uno compuesto químicamente para motores específicos, así que mezclarlos podría ser peligroso para el rendimiento de tu vehículo.
Si te encuentras en una situación de emergencia, en primera instancia, debes saber que, al mezclar un aceite de base mineral con uno sintético, estarás restándole calidad a las propiedades de éste último.
Por otro lado, si mezclas dos aceites con la misma base, debes asegurarte, sobre todo, que sean para el tipo de motor adecuado y con el mismo grado de viscosidad.
Por último, debes tener en cuenta la posibilidad de que una mezcla de lubricantes genere una reacción desfavorable para tu motor, porque existen aceites con formulaciones químicas incompatibles.
Ya sabes que el aceite es un fluido indispensable para el buen funcionamiento de tu vehículo, por eso debes asegurarte de hacerle los cambios en el momento adecuado.
La información específica la encontrarás en el manual del fabricante, pero también puedes guiarte por el kilometraje recorrido de tu carro.
Los carros, por lo general, requieren cambios de aceite cada 15 mil kilómetros, si se trata de un lubricante a base mineral, y de 20 a 30 kilómetros si se trata de aceites sintéticos.
Las motos, en cambio, como tienen un cárter más pequeño, requieren de un cambio de aceite lubricante cada 6 mil kilómetros aproximadamente.
Otros indicadores para saber cuándo necesitas un cambio de aceite
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Cada lubricante está diseñado para diferentes tipos de motores. Por eso, si tu vehículo se alimenta de gasolina, es fundamental que elijas un lubricante dedicado a motores a gasolina. Si, por el contrario, funciona con diésel (gasoil) o gas natural, entonces debes escoger un aceite especial para cada caso.
Sin embargo, debes ser todavía más selectivo. Dos vehículos pueden alimentarse del mismo combustible, pero poseer motores totalmente diferentes.
Es el caso entre el motor de un carro antiguo y el de un auto moderno. Este último ha evolucionado con el tiempo en diseño y mecánica para ofrecer un mejor desempeño, por lo que es lógico que requiera de un lubricante distinto al de un motor más viejo.
Lo mismo ocurre si comparamos el motor de una motocicleta con el de un auto: encontraremos amplias diferencias que te mostraremos más adelante.
Los motores diésel suelen utilizar aceites con niveles de viscosidad más altos que otros tipos de aceites.
Esto se debe a que los motores a gasoil trabajan a temperaturas más bajas en comparación con la gasolina o el gas natural, además de que están diseñados para trasladar cargas pesadas y requieren de mayor esfuerzo en la caja de combustión.
Un aceite SAE 15W-40, como el que tenemos disponible en Chronus Oil, le proporcionará a tu vehículo a diésel la protección que necesita para funcionar sin problemas. También puedes encontrar otros grados de viscosidad en el mercado como los lubricantes SAE 10w-50 y 25w-60.
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¿Sirve el aceite de carro para moto? Esta pregunta es una de las más comunes en cuanto a lubricantes a gasolina se refiere, así que es normal que también tengas esa duda.
Como te explicábamos arriba, aunque dos vehículos utilicen gasolina, las características de sus motores son diferentes, por lo tanto, requieren distintos lubricantes.
Aquí abajo te explicamos algunas de las principales diferencias entre un vehículo y otro, que te ayudarán a comprender mejor por qué no debes usar aceite de carro para tu moto, y viceversa:
Las motos tienen entre 14 mil 500 y 20 mil revoluciones por minuto (rpm). En cambio, los carros convencionales alcanzan hasta 7 mil revoluciones por minuto.
Los lubricantes para motos son fabricados de modo que también protejan el embrague (conjunto de discos que sirven de conexión mecánica entre el motor y la transmisión de la rueda trasera).
Si utilizas aceite de carro, el embrague podría verse severamente afectado.
La caja de motor de los automóviles es mucho más grande que la de una motocicleta, donde cabe menos lubricante. Por ello, las motos demandan cambios de aceites con más frecuencia.
A diferencia de los carros, la temperatura en una moto es mucho más volátil. Como esta máquina de dos ruedas puede alcanzar hasta los 300ºC, suelen tener un sistema de enfriamiento de doble circuito (refrigeración del motor y refrigeración por aire).
Por eso, los lubricantes para motos deben permitirle al motor disparar el calor con más facilidad, para que el vehículo tenga un fácil arranque.
Los fabricantes de aceites tienen en cuenta todas estas variantes en los diferentes motores para poder utilizar los aditivos que precisa cada vehículo. Si aplicas lubricante de moto para tu carro, entonces las piezas mecánicas del motor también estarían expuestas a daños.
En Chronus Oil puedes encontrar lubricantes dedicados para carros, adaptados a las necesidades de cada motor.
Entre ellos: SAE 5w-20, 5w-30, 15w-40 y 20w-50.
Los aceites para autobuses y camiones a gas natural requieren la mitad de los aditivos que un vehículo a diésel (y un tercio menos que los que se alimentan de gasolina).
Sin embargo, es cada vez más común ver cómo se aplican aceites para motores diésel en motores a gas, pero, como ya hemos reiterado en este artículo, usar el mismo lubricante en vehículos que se alimentan de diferentes combustibles puede ser devastador.
Algunas de las consecuencias en camiones y autobuses incluyen:
Todo el daño es fácilmente perceptible si tu camión desprende un espeso humo gris por la válvula de escape y hace un ruido molesto cuando acelera en cada semáforo (el conocido pistoneo).
Esto sucede porque la combustión del gas natural alcanza mayores temperaturas que la gasolina o el diésel, lo que ocasiona una acumulación excesiva de nitrógeno y óxido que pueden ser controlados con el lubricante correcto.
Al igual que el SAE, el índice API en los aceites para motor es de gran importancia al momento de elegir un aceite para motor.
Se trata del indicador del Instituto de Petróleo Americano (API por sus siglas en inglés). Si entiendes la nomenclatura de este clasificador internacional por excelencia, entonces sabrás para qué sirve cada lubricante.
Lo más práctico de este índice es que categoriza los aceites de acuerdo al tipo de motor y el año de fabricación del vehículo, convirtiéndolo en la mejor guía de selección.
A continuación, te desglosaremos las nomenclaturas más comunes:
Fueron ideados, en primera instancia, para motores a gasolina y diésel, pero luego su uso se especializó únicamente para vehículos de combustión a gasolina.
En el manual del sitio web oficial de API, lo describen como un aceite sin aditivos y “obsoleto”, no apto para carros fabricados después de 1930.
Incluso, advierten que podría causar daños en los motores modernos.
El manual API también los considera obsoletos y dañinos para modelos automovilísticos posteriores a 1951.
Su uso no es común en la actualidad, pero existe la posibilidad de que tu mecánico especializado recomiende su aplicación si tu carro o camión es muy antiguo.
La composición química de los lubricantes de esta nomenclatura ofrecía capacidades antidesgaste, protección contra herrumbre y corrosión, además de control de depósitos en temperaturas altas y bajas. No obstante, debes recordar que no es suficiente para motores posteriores a 1967.
En el sitio oficial del API también lo describen como “obsoleto”.
Debes ser precavido si tienes un vehículo de ese año porque estos aceites son de vida útil corta y no ofrecen la protección necesaria contra la acumulación de lodos en el motor.
Estos lubricantes fueron usados en automóviles de pasajeros de carga ligera de 1989, y conservaban la compatibilidad con vehículos de nomenclaturas anteriores.
Funciona para vehículos a gasolina con motores anteriores a 1996. Aplicarlo a modelos del 2000 en adelante podría ocasionar graves daños.
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● SJ y SL: Son los primeros aceites diseñados químicamente para cubrir las necesidades de automóviles a gasolina del siglo XXI. Tanto los lubricantes API SJ como los API SL son recomendadas en vehículos del 2001 y 2004 respectivamente, modelos que suelen verse todavía en las autopistas.
Los aceites SJ se aplican en vehículos de pasajeros, deportivos o camiones livianos del 96 en adelante, mientras que los lubricantes SL sirven para carros modernos, 4×4 y pickups.
Otra de las características principales de esta última línea de aceites es que protegen motores que requieren de combustibles contentivos de etanol (biocombustibles).
CA: Para motores diésel de finales de los años 40 y la década de los 50, de trabajo ligero y moderado. Son lubricantes obsoletos que solo deben ser aplicados si el mecánico especializado recomienda su uso.
Actualmente no se recomienda el uso de los aceites CB en motores diésel fabricados después de 1961.
Puede causar daños severos en modelos posteriores a 1990.
Los aceites API CD eran recomendados en camiones diésel de aspiración natural y trabajo severo. También brindaban resguardo al motor contra el alto contenido de azufre, los depósitos de lodo y el desgaste.
Los CD-II, utilizados en motores diésel de dos tiempos, y los CE, en camiones de alta velocidad y carga pesada, también se consideran obsoletos. Sin embargo, en la actualidad, solo se aplican con la sugerencia de un mecánico especializado.
Los aceites API CF salieron al mercado en 1994 y sirven para motores turbocargados, de aspiración natural o sobrecargados, con inyección directa o indirecta. No se recomienda en modelos superiores al 2009.
Como el número lo indica, los API CF-2 están adecuados para camiones diésel de carga pesada o ligera con motores de dos tiempos, mientras los lubricantes API CF-4 corresponden a motores de cuatro tiempos.
Fueron creados para que dichos vehículos cumplieran con los estándares de emisión de gases de 1994, sin embargo, al igual que los aceites CF, no se recomienda su uso en modelos posteriores a 2009.
CI-4: Salió al mercado en 2002 para vehículos diésel de alta velocidad y trabajo severo. Lo novedoso de estos lubricantes es que cumplen con los estándares de emisión de gases de 2004 (implementados en 2002).
Su composición química los hace capaces de proteger motores con sistema de recirculación de gases de escape (válvula EGR). Además, los aceites API CI-4 tienen componentes que permiten mayor control sobre el nivel de ácidos que produce el azufre en diésel (TBN).
Por otra parte, su implementación es compatible en motores de años inferiores, como los CD, CE, CF-4, CG-4 y CH-4, según lo indicado en el manual API.
Ahora que ya sabes más sobre cómo funcionan los aceites lubricantes y por qué es importante escoger el adecuado, recuerda que a la hora de decidir debes: